El título me ha quedado duro, lo reconozco, pero creo que ilustra perfectamente el pensamiento de una parte, no necesariamente pequeña aunque sí minoritaria, de nuestra sociedad (hablo, claro de la “sociedad global”). Es ese pensamiento el que hace que se maltrate a mujeres todos los días, con cierta impunidad, o que haya lugares en el mundo donde se pueda condenar a muerte (por lapidación y con latigazos previos) a una mujer por adulterio.
En nuestro entorno más cercano (no quiero limitar a un país o región concreta), digamos “occidental”, este tipo de actitudes están socialmente desaprobadas… y aún así, seguimos viendo día a día cómo se maltrata a otras personas dentro del ámbito familiar. En España se optó por legislar incluyendo la discriminación positiva para penalizar especialmente los maltratos a mujeres por sus maridos. Sinceramente, soy muy partidario de la medida; me parece un parche para tapar la aparente incapacidad de nuestros legisladores y jueces para resolver la situación, ya que cualquier maltrato debería ser igualmente penalizado: maridos a mujeres sí, pero también padres a hijos y viceversa, mujeres a maridos, maridos a maridos, entre compañeros de clase, etc.
Mención aparte merece, por supuesto, la situación que viven las mujeres en la mayoría de los países árabes (no diré “musulmanes”, por no mezclar la religión con un problema, en mi opinión, exclusivamente social). La falta de libertades, la marginación, el maltrato, la humillación e incluso el asesinato de cualquier ser humano siempre es denunciable, pero cuando, encima, se produce con la connivencia de gran parte de alguna sociedad, entonces cambia de nivel… se convierte en maltrato institucional, en crimen de estado.
Y seguro que aparece algún descerebrado reclamando respeto porque considera que este tipo de acciones forman parte de alguna “cultura”. Pues yo digo que no lo respetemos… esa cultura merece ser extinguida, como en su día lo fueron los dinosaurios.
Acabo de volver a ver una película de hace algunos años, llamada “El otro lado de la cama”, donde el personaje interpretado por Alberto San Juan borda esa actitud cutre-machista heredada de la más rancia sociedad española de hace cincuenta años (hay un par de monólogos realmente jugosos que lo ilustran). En el contexto de la película hace cierta gracia, pero no debemos olvidar que el director ha reflejado una actitud aún vigente, en personas que se creen superiores a los demás (mujeres, inmigrantes, extranjeros, diferentes en general). Es a este tipo de personas a quienes tenemos que cambiar entre todos, con educación y tolerancia cero, para conseguir implantar definitivamente el respeto mútuo como valor social más importante… a partir de ahí, vendrá lo demás.
Respeto, ya.
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martes, 2 de noviembre de 2010
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Otro buen post. Como siempre :)
ResponderEliminarSólo tengo un 'pero'. Cuando dices que en los países árabes es un problema 'exclusivamente social' y que no está relacionado con la religión, discrepo. Los factores sociales, económicos e históricos son cruciales para entender la situación. En eso estoy más que de acuerdo. Sin embargo, creo que sería un error no tener en cuenta también la influencia de las religiones (en este caso monoteístas) en la creación y sobre todo mantenimiento de ese pensamiento generalmente machista e incluso misógino que tanto abunda en los países pobres y, aunque cada vez menos, en los países ricos. Las religiones organizadas tienen el gran defecto de entorpecer (aunque a veces lo hayan fomentado) el diálogo racional y el crecimiento moral.
Un saludo ;-)
Gracias, Hugo. Tú que me miras con buenos ojos... :-)
ResponderEliminarPosiblemente tengas razón con el comentario sobre las religiones monoteístas. Seguramente también tenga que ver con aquello de la represión injustificada que defienden algunas de esas religiones respecto al sexo... y aquellas lluvias acaban trayendo estos lodos.
Basta de denuncias falsas y de maltratar a nuestros hijos:
ResponderEliminarLey de Violencia de Género DEROGACIÓN
y Custodia Compartida YA!
Muy bueno tu artículo, desde el punto de vista de la violencia familiar, aquélla que ocurre en el seno de un hogar. (Nosotros tenemos la ley específica) Comparto tu opinión,en líneas generales, pero discrepo con otros puntos, especialmente lo relacionado con los dinosaurios. . . Y para no polemizar, lo dejo ahí, Pensador. Un gusto haberte leído y visitar tu Blog. Y si me permites, al anónimo que escribió sobre la custodia compartida, que en nuestro país llamamos: Guarda, le comento que no ha dado ningún resultado: Los padres se pelean, por los días, el hijo no es un paquete al que se lleva de un estante a otro. NO. Lo más conveniente es que , la guarda o Tenencia sea otorgada a uno de los padres, preferentemente la madre, salvo casos excepcionales y para el padre se establezca un Régimen de Visitas acordado. Perdón si me excedí. Pero he trabajado en el tema muchos años.
ResponderEliminarPorque no quieres decir Musulmanes, y sin embargo sí Árabes???
ResponderEliminarQué tiene de Árabe Irán???
Parece que en las universidades y en algunas empresas de Cantabria comienzan a preocuparse por fomentar la igualdad de oportunidades. Fraile y Blanco, una empresa de Cantabria, ya ha incorporado en su plantilla a una de estas “líderes universitarias”. Aquí os paso la info:
ResponderEliminarhttp://on.fb.me/fWUlYj
Saludos