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lunes, 26 de julio de 2010

Se les gastó el morbo de tanto usarlo

No podemos negar que una de las "colas" (con perdón) más comentadas del mundial (¿qué mundial?... el de fútbol, hombre) ha sido el archimegasupervisto beso entre Casillas y la reportera más dicharachera de Tele5. Y es que durante un mes nadie ha podido con la información deportiva (futbolera)... ni la política, ni la crisis, ni, tampoco, me temo, la prensa rosa... Pero hete aquí que el beso de marras ha llegado como caído del cielo, como maná venido para facilitar la transición natural entre el mundial terminado y la información rosa que debe sustituirlo para que los españolitos podamos seguir viviendo en el limbo un poco más. Ni el propio Hitchcock lo hubiera hilvanado mejor...

Esta escena me ha dado la idea de escribir unas pocas líneas para dar mi opinión sobre el proceloso mundo de los mamoneos varios en que se ha convertido la prensa rosa últimamente. Aún recuerdo cuando ojeaba las pocas revistas del corazón que compraba mi madre, hace ya bastantes años... bodas reales, la Preysler, casas enormes, financieros que se van con rubias ligeras de ropa interior... aquello sí que era glamour...

Luego llegó Tómbola, y con ella consiguieron encajar este mundo con la televisión, cosa que hasta entonces no había funcionado demasiado bien. Y, aunque el formato cambió sustancialmente, hay que reconocer que, al menos en los primeros tiempos, seguía teniendo bastante gracia. Al menos quienes se encargaban de presentarnos las historias eran periodistas, y los famosos lo eran de verdad (algunos directamente y otros ya sólo por alusiones)... hasta que el cénit llegó el día que Chabeli Preysler se levantó y se fue en riguroso directo, dejándoles a todos con dos palmos de narices y conversación para un año. Aquel gesto fue casi como un epitafio para un glamour cada vez más sucio, más marrón, más barato.

Luego, poco a poco, resultó que ya no hacía falta ser alguien conocido por méritos propios, ni por ser "hijo de", ni "ex de"... empezó a valer haber tenido algún roce más o menos íntimo con algún "hijo de" o con algún "ex de" para que te pagaran una pequeña fortuna por salir en televisión a contar tus miserias, fueran reales o inventadas... bueno, de hecho, si eran inventadas tanto mejor, porque así podían estar luego otros tres o cuatro programas sacando testigos que certificaran que lo que se había dicho no era cierto.

Y tampoco era necesario ser periodista para estar del otro lado; también bastaba con haber dado buen juego en algún programa anterior o paralelo (como los esclavos romanos que, al sobrevivir a un combate con gladiadores, eran premiados con el derecho de unirse a estos propios gladiadores). Con el éxito de estos programas, los papeles se mezclaron... ya no estaba claro quién entrevistaba a quién, quién quería ser el famoso, quién interesaba más. Realmente, los entrevistadores eran y son, en muchos casos, más famosos que los propios entrevistados, a quienes ya casi nadie conoce; simplemente porque ellos salen en todos sus programas.

Así, poco a poco, hemos llegado a la situación de decadencia actual del sector que, más que maduro, está podrido. Hemos llegado a revistas cuyo principal interés radica en que enseñan fotos desagradables de famosos o famosillos; hemos llegado a programas donde se discute a gritos sobre la vida sexual de alguna gallinita; hemos llegado a perder nuestro valioso tiempo con tertulias sobre el tamaño del miembro del amante del primo de la esposa del hijo de un vecino cercano de un ex boxeador fallecido, con la esperanza de que, en el mejor de los casos, a alguna de las invitadas le dé por enseñarnos fugazmente sus nuevas tetas.

Se les gastó el morbo de tanto usarlo.

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7 comentarios:

  1. Ya no es sólo que no haga falta ser hijo de nadie ni trabajar en nada para ser famoso. Si únicamente partiéramos de esa premisa (y ya es algo de por sí penoso) todavía y digo con pesar "todavía", sería soportable. Pero hay que ver y comparar, COMPARAR, señores, el aspecto, el hablar, la catadura general de los personajes que hoy se dicen famosos, con lo que antaño se tenía por celebrity. No saben hablar, no saben estar, no saben sobre nada, opinan sobre todo, semejante masa de homenaje continuo a la vulgaridad. Y la gente los ve y los idolatra. ¿qué gente? ¿gente como ellos? Esa es una pregunta para la que no tengo respuesta, y, por dios, que prefiero no tenerla. Me da hasta miedo.

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  2. Estoy bastante de acuerdo con tu comentario.
    Yo lo diría en terminos similares. Los periodistas que intervienen en los programas rosa o del corazon, creo que dejan en general, en muy mal lugar al periodismo tradicional.
    En la mayoría de los casos escenifican un teatro
    en los platós, con algun personaje, generalmente polemico, pero bien remunerado, que atraiga audiencia, que al final es el objetivo de estos programas.
    Llegando en muchos casos al insulto y al mal gusto interpretativo, por parte de los periodistas y como tu bien dices, de los que no son periodistas, pero dan su juego a las cadenas.

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  3. Ahora el mundo de la televisión es de tipejas como la Belén Esteban y similares.
    Gran Post
    Besos
    Nela

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  4. Gracias a todos por comentar.

    No soy experto ni siquiera seguidor habitual de este mundillo, pero me pareció interesante reflexionar, intentando no caer en las descalificaciones habituales, sobre su degradación en los últimos tiempos. Entiendo que pueda tener su público, pero todo debería tener un límite... puedo entender que hay personas cuya vida genera interés o incluso sólo curiosidad, pero no me creo que los personajillos que salen últimamente en los medios tengan interés para nadie.

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  5. Acertada visión de lo que es uno de los pilares básicos de la programación televisiva de los últimos años (unos canales por emitirla y otros, los supuestamente más modernos, para nutrir para sus programas "criticos"). En fin, y aún dice todo el mundo en las encuestas que ve los documentales de La 2.

    Por cierto, gracias por pasarte por mi blog.

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  6. Me ha gustado el post por lo realista y que no hace otra cosa que reflejar la realidad actual que nos tenemos que tragar ya que ha ido degrdando tanto que hemos llegado a la Esteban. ¿Que tienen el la cabeza los que aplauden esos programas? E aqui el dilema. Saludos cariñosos. Victoria.

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  7. Esos programas si se emiten y tiene tanta audencia es porque que los españoles lo ven.
    Luego nos quejamos de Chaves en Venezuela, ¿pero que es es peor?
    Este pais va de mal en peor, yo solo le echo la culpa a la gente mas q a telecinco, cadena que cada vez q hago zaping me da mas asco y mas me caliento.
    Y por ultimo decir que en canaria estamos aun mal por el accidente de avion en Baraja y ahora telebasura va a sacar una serie...¿para que?...
    solo espero que el dia de mañana unos de los muertos sea unos de su familia y no unos de los nuestro para que vean lo q duele esta mierda.
    Gracias y adios

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